27.6.07

ESPANTO (apuntes de una pesadilla)

No viene al caso que explique por qué, pero es necesario mencionar que durante la noche de ayer y justo antes de dormirme, recordé la novela "Las Piadosas" de Federico Andahazi.


El sueño transcurría, lo normal para cualquier sueño, me parecía haber estado soñando hacía muchísimo tiempo; Javier, mi hijo más chico, me dice que es necesario copiar determinados archivos pero que nos quedamos sin diskettes. Recordé que cerca estaba el estudio de arquitectura en el cual yo había trabajado de joven, no habría inconvenientes en pasar a buscar algunos. La puerta estaba abierta, entramos y Javier se dirigió a una repisa, tomando lo que vinimos a buscar. A mi derecha y sin verme, apareció Marta; rasgos aguileños, piel blanca, pelo negro; me sorprendió su palidez, tal vez era por encontrar un desconocido que tomaba sus pertenencias en su sala de estar. Me miró, me reconoció y sin decir palabras fue a dejar unos libros que traía en su mano izquierda.

Por la derecha entró al recinto José, su esposo. Alto, fornido y un tanto regordete, el pelo gris como el suéter que traía puesto. Nos abrazamos sonrientes, sacó unas copas e insistió en que tomáramos vino. Recordamos una vez más aquél viaje que hicimos hacía ya tanto tiempo, fue para la época de un Mundial de fútbol, el barco estaba a pleno de gente y todo era festejo y alegría.

En lo que tarda un parpadeo de ojos, me encontraba en una sala de estar, inmensa, grandes ventanales de vidrio mostraban un cielo celeste, apenas nublado. Me iba de viaje y tuve que apurar el paso para poder llegar a tiempo. Ya en el barco, cansado, me dispuse ir a dormir. Estando en la cama me doy cuenta que entre las sabanas, del lado de arriba, hay una tremenda araña, negra con rayas blancas y rojas; por reflejo sólo atiné a revolear la sabana al piso. Cuando la levanto muy despacio, la araña cayó y se partió una pata, Curiosamente comenzó a transformarse en un animal amarillo claro, que respondía a los ruidos y movimientos que yo hacía. Le llamó la atención la puerta del camarote abierta (¿?) y salió corriendo convertido en un hermoso caniche Toy. Salí por detrás y quise advertir a una nena que jugaba con él, no entendía bien qué era esa presencia, pero le grité que era una araña, que la iba a picar. Se alejaban cada vez más de mí y le grité que tuviera cuidado, que no se acercara tanto. Al mismo tiempo, ese ente, esa cosa, nuevamente comenzó a cambiar: ahora era más chico, como si fuera una rata flaca, con grandes dientes. Quise correr para protegerla, pero a pocos metros de mí apareció una figura monstruosa, extremadamente vieja, esquelética, harapienta, Apenas se podía reconocer una forma de mujer, pero indudablemente no era un ser humano. Su hedor me inundó haciéndome dar vuelta la cara. Inmediatamente me di cuenta que la criatura anterior sólo era un apéndice para distraer y así poder elegir con comodidad su víctima. Estaba a pocos centímetros de una mujer paralizada por el espanto y el estupor. Quise empujarla, pegarle, patearla, pero mi inmovilidad sólo me hizo doler los músculos. Comencé a gritar, a tratar de llamar la atención ... mis gritos y la mano de mi esposa sobre mi brazo me despertaron. Me dijo que estaba gritando, le pedí disculpas y siguió durmiendo. Me quedé en silencio, sin decidir si levantarme o no, intentando rearmar las imágenes. Comencé a pensar en Marta y en el estudio de arquitectura. El recuerdo era muy real, como aquello que uno realmente vivió, pero algo me decía que no podía ser, algo estaba mal: yo nunca trabajé en un estudio de arquitectura, por lo tanto jamás pude haber conocido a esa Marta. Con total incredulidad y espanto, recordé que el viaje en barco, el del mundial de fútbol, recordado aquí con José, también fué un sueño, y que terminó exactamente igual a éste, con la misma imagen siniestra y que mi cerebro sin entender aún por qué, se encargó de ocultarme ... hasta éste momento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno el blog che, pasate por el mío si queres que también posteo cosas perturbadoras, sólo que en mi caso son videos, jeje.